Fundada, según la leyenda, por el héroe griego Teucro, creció alrededor del actual puente del Burgo, de origen romano. El recinto amurallado de Ponte Veteri ya era famoso en la Edad Media por sus astilleros, de los que salió la carabela Santa María. Para conocer la ciudad del Lérez hay que ir de plaza en plaza, muchas de ellas con nombres de gremios. En el centro está la de Ferrería, con la curiosa Casa de los Barbeitos o das Caras, que se comunica con la de la Estrella y los jardines de Castro San Pedro. Las viviendas populares se combinan con sólidos palacios de piedra. En la plaza de la Verdura, donde se celebra el rastrillo, se alza una casa gótica del siglo XII, la más antigua de Pontevedra. Destacan también las plazas de la Leña, Tornos, Cinco Calles y Teucro, junto a la zona comercial y de vinos, con varias casas señoriales más. Otros edificios atractivos son el Teatro Principal, la Casa das Campas y el pazo de la Alameda, junto a los jardines de Vicenti. En el Museo Provincial se puede ver el Tesoro de Caldas, orfebrería castreña y restos prehistóricos. Frente a la ría encontramos varias islas integradas en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas: Onza, Tambo y Ons, con la playa de Melide. Muy cerca se encuentra el monasterio de San Benitiño de Lérez. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba
Esta pequeña y antigua plaza está situada en la zona monumental y, como su nombre indica, era el lugar donde antiguamente se vendía la leña. Está circundada por casas con arcos y soportales y a su lado se encuentran la iglesia barroca de San Bartolomé y el convento e iglesia de Santa Clara, una de las cinco entradas a la antigua muralla. En su centro se alza un crucero del siglo XV, antes situado en el puente del Burgo. En ella están el palacio de los García Flórez, la Casa de Fernando López y el edificio de Castro de Monteagudo, que albergan las salas de pintura española, desde Goya a la actualidad, y otros anexos del museo.
(c) Herminia Bevia Villalba
El primitivo convento franciscano, cuya fundación se atribuye al mismo San Francisco de Asís, data del siglo XIII. La iglesia, con un esbelto ábside, fue levantada entre los siglos XIV y XV en estilo gótico ojival. La parte más antigua es su portada, que procede de la de Santo Domingo de las antiguas murallas. Antiguamente estaba protegida con un porche. Tiene planta de cruz latina con una sola nave de más de 100 m de longitud. Destacan las vidrieras, el cimborrio y los numerosos sarcófagos y estatuas yacentes de la capilla mayor, algunos del siglo XII. Está rodeada de hermosos edificios y en sus jardines hay una fuente del siglo XVI, que antes estaba en la plaza de la Ferrería. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba
En lo que era el núcleo primitivo, sobre una iglesia románica, se construyó en el siglo XVI el templo actual a iniciativa del gremio de mareantes, que celebraba allí sus reuniones. Es el edificio más representativo de la ciudad, cuyos orígenes e historia cuenta su contraportada. Aunque combina el gótico, ojival, renacentista y barroco, el resultado es armónico. Sobresale la puerta oeste, en estilo plateresco y manuelino, sobre una gran escalinata, a modo de retablo en piedra con tres cuerpos y rematada por crestería en piedra. Tiene planta basilical con bóvedas estrelladas y tres naves, siendo la parte más antigua el ábside poligonal del lateral derecho. En el altar mayor se aprovecharon figuras y bajorrelieves del retablo original. También es de esa época la imagen de una virgen policromada en piedra situada frente al púlpito. Otro punto interesante es la fachada sur, que da a la plaza Arzobispo Fonseca, donde se eleva un crucero. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba
Este convento dominico, de estilo gótico, fue fundado en 1281. Sólo se conserva la fachada sur y la cabecera con cinco capillas de ábsides poligonales de los siglos XIV y XV, fecha de una reconstrucción inacabada, además de algunos sepulcros de piedra y capiteles medievales. La iglesia, la más grande de los dominicos gallegos, fue sucesivamente construida y destruida hasta el siglo XIX. Se mantienen las ventanas ojivales y el rosetón, así como la fachada de la sala capitular. Es una de las sedes del Museo Provincial, con notables muestras arqueológicas y piezas arquitectónicas aisladas: capiteles suevos, tímpanos románicos, laudas gremiales, sarcófagos medievales. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba