JORGE TUTOR, TRAVEL PHOTOGRAPHY

In this ugly time, the only true protest is beauty. (Phil Ochs)

 
       
ESPAÑA GALICIA   PROVINCIA DE OURENSE

 
 
 

OURENSE

 

En su origen, se habla de un enclave auriense; otra versión se refiere a las aquae urente. Porque, aunque es la única provincia gallega sin mar, tiene río y muchas fuentes termales. Tras sufrir incursiones árabes y normandas, fue capital del reino suevo e importante ciudad en la Edad Media. En el siglo pasado era conocida como la “Atenas gallega” y también como a terra da chispa, por ser patria de afiladores. Quedan casonas señoriales adornadas por gárgolas, dinteles, balconadas y recargadas cornisas. Sobresalen, además de Santa María Nai, con restos medievales pertenecientes a la antigua catedral, las iglesias de Santa Eufemia y la Trinidad, con sus torres cilíndricas. Desde la Plaza Mayor, porticada en su mayor parte, parten los recorridos principales. No hay que perderse los pazos de Oca-Valladares y de Taboada, las múltiples plazas ––Madalena, Ferro, Trigo, Cid (Eironciño dos Cabaleiros), Corregidor–– o los jardines del Posío y la Alameda. En el casco histórico el tiempo parece detenerse. Podemos hacer lo mismo para probar la famosa la tarta de castañas en alguno de los cafés de la rúa Real o la del Paseo, o unas tapas y vinos en calles como Lepanto, La Paz o Fornos. Los parques de San Lázaro y Miño son las zonas verdes más frecuentadas de la ciudad. En las inmediaciones se puede visitar el conjunto arqueológico de Santomé, con restos castreños y romanos. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba

 

(2 álbumes)

 

Puente Viejo (Ponte Vella)

El puente sobre el río Miño, cuyos pilares de cimentación siguen siendo romanos, formaba parte de una guarnición de la vía XVIII. La construcción se sitúa entre el reinado de Trajano y el de Augusto. Su serie de arcos apuntados, 7 de los 11 originales, señala su reconstrucción medieval en el siglo XIII, cuando se incorporan el gran arco central y las rampas. Las torres con las que contaba fueron eliminadas en las reparaciones de los siglo XVII y XIX. Constituye una de las señas de identidad de la ciudad junto con las fuentes termales y la catedral. Al lado está la capilla de Nuestra Señora de los Remedios, del siglo XVI, donde se celebra una popular romería.(c) 2009 Herminia Bevia Villalba


Catedral de San Martiño

El templo original fue fundado por Teodomiro en honor a San Martín de Tours en el siglo VI. Fue reedificado entre los siglos XII y XIII en estilo románico tardío. En la construcción, un poco desordenada, resaltan el cimborrio gótico-renacentista del siglo XV y el pórtico del Paraíso, remedo del de la Gloria de Santiago, con esculturas coloreadas. Las almenas de la puerta sur dejan constancia de la fortaleza que fue en tiempos. Un siglo más tarde se añadieron las torres de San Martín y del Reloj. Sobresalen las tres naves ojivales, el retablo gótico del altar mayor y la capilla del Santo Cristo. En el altar destaca el frontal con esmaltes de Limoges. En el Museo Catedralicio, además de espléndidas tallas, podemos ver el Tesoro de San Rosendo y el ejemplar mejor conservado del Misal de Monterrey, primer libro impreso en Galicia. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba


Iglesia y convento de San Francisco

El primitivo templo románico, levantado en el siglo XIII, quedó arrasado a causa de un incendio. La posterior iglesia gótica fue reconstruida en el siglo XIV y trasladada, piedra a piedra, desde su ubicación original en la parte alta de la ciudad hasta el actual emplazamiento en el parque de San Lázaro. En el exterior de la iglesia destaca el rosetón de la fachada con triple arquivolta. Dentro de la única nave hay una serie de sarcófagos góticos. En lo que fue el antiguo convento, en el barrio de San Francisco, se conserva un precioso claustro ojival de 63 arcos apuntados sobre dobles columnas, el más completo de Galicia en su género. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba


Palacio Episcopal antiguo

 

Se han hallado restos que hacen suponer que aquí estuvo el Pretorio en época romana. Durante la capitalidad, en el siglo VI, fue palacio de los reyes suevos. El actual edificio data del siglo XII, cuando se convirtió en sede del Obispado. De ese periodo son las arquerías que se conservan en la fachada, el patio interior y las ventanas de la galería superior. A pesar de las distintas etapas y modificaciones mantuvo la planta en L del palacio románico, aunque en el siglo XIV se añadió una torre gótica. El Museo Arqueológico que acoge contiene herramientas y armas prehistóricas, restos de las culturas castreña y romana, estatuas, tallas, sepulcros. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba